El porcentaje de la población con alergia a los animales domésticos ronda el 15%, además las alergias a los gatos son aproximadamente dos veces más comunes que las alergias a los perros. Pero ¿sabemos realmente cómo afrontarlas? La falta de información acerca de este tema con frecuencia lleva a ser la causa de abandono del animal. Para evitar esto, os contamos un poco más acerca de ellas:
1. ¿QUÉ LAS PROVOCA?
Las personas con alergia poseen un sistema inmunológico hipersensible ante proteínas supuestamente inofensivas que se encuentran en sustancias que fabrica el animal, como la saliva, la orina o la caspa de nuestras mascotas. Estas proteínas se denominan alérgenos. El principal alérgeno es el denominado Fel D1, y al contrario de lo que se suele pensar, el pelo de los animales domésticos no es el causante, ya que está presente en la saliva, piel y glándulas sebáceas de los felinos; debido al aseo frecuente de nuestros mininos los alérgenos pasan al pelo.
2. SÍNTOMAS
Las manifestaciones clínicas en el ser humano varían desde reacciones cutáneas locales a rinoconjuntivitis típica, hasta el asma grave. Los síntomas más comunes son la hinchazón, enrojecimiento, estornudos, tos, dolor de garganta, ojos llorosos, congestión nasal, picores en la nariz, etc. También se pueden dar otros síntomas como el asma, pitidos al respirar, urticaria, erupciones en la cara o el pecho. La alergia debe ser diagnosticada por un alergólogo y ,en el caso de que seamos alérgicos a nuestro gato, el especialista nos recomendará el tratamiento hiposensibilizador más adecuado para nuestro caso.
3. SOY ALÉRGICO/A ¿Y AHORA QUÉ?
Existen diversas soluciones y recomendaciones que pueden ayudar a sobrellevar una alergia a tu gato:
– Cepillar al gato con la máxima regularidad y bañarlo si es posible, al menos pasar una gamuza húmeda por toda la superficie del pelo. Además de limpiar el arenero, la cama y demás utensilios del gato. Lo más aconsejable es que lo realice otra persona que no padezca alergia.
– Evitar las alfombras y muebles tapizados, ya que el alérgeno puede acumularse en ellas, y no recargar las habitaciones elementos de decoración en los que pudiera acumularse igualmente.
– A la hora de limpiar la casa, utilizar aspiradoras de vapor, ya que permiten no levantar las partículas alergénicas. En caso de no disponer de ellas, hay que utilizar mascarilla.
– Agregar un purificador de aire a la calefacción central y al aire acondicionado para disminuir la concentración de alérgenos en el aire. Además se debe cubrir las rejillas de ventilación del dormitorio con un filtro grueso.
– Esterilizar: Estudios recientes han descubierto que las secreciones pueden ser mayores en los machos que en las hembras, además las concentraciones de FelD1 disminuyen tras la castración.
– Existen vacunas eficaces en algunos casos para el tratamiento de la alergia a los animales domésticos, consulte con su médico sobre esta posibilidad. Actualmente se están estudiando otros tratamientos recientes y prometedores de cara al futuro además existen lociones o sprays que reducen la acumulación de Fel D1 (ejemplo: Vetriderm).
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Con estas medidas de manejo y siguiendo siempre las recomendaciones de su médico es posible que pueda seguir conviviendo con su gato sin grandes repercusiones para su salud. En caso de que estas medidas no reduzcan el nivel de alergia, y la convivencia con el gato llegue a convertirse en insostenible, será necesario buscarle un nuevo hogar pero ¡NUNCA ABANDONARLO!
